El Área de Atención Psicológica para personas adultas recibe a mujeres y hombres que han vivido una situación de violencia sexual en la infancia, la adolescencia o recientemente.
El Modelo que da sustento al trabajo del área –así como el resto de Modelos sistematizados por ADIVAC- responden a una postura ideológica; parte de una aproximación teórica al constructo sobre el que pretende incidir; responde a una concepción sobre el sujeto, la sociedad y el vínculo de poder que se mantiene entre éstos (visión de género); y se concentra en una problematización teórico práctica, metodológica, estratégica y técnica sobre un problema histórico en particular: la violencia sexual. En este sentido, el proceso terapéutico para el abordaje de la violencia sexual con personas adultas se rige por cuatro criterios: a) Permitir la catarsis, b) Dar coherencia y sentido interno a la experiencia, facilitando su integración, c) Promover la validación y el reconocimiento social de la experiencia, y d) Compartir otras experiencias y modos de afrontar las potencialidades útiles de persona.
La atención psicoterapéutica se centra en aquello que la persona trae a la terapia; es decir, en su visión y su narrativa sobre sí misma y sobre los hechos; bajo la construcción de una verdad que le causa daño y le hace vivir dolorosamente. Así, en tanto que la psicoterapia se basa en la narración de los hechos, constituye una herramienta poderosa mientras no se convierta en un recuento estereotipado de hechos sin resonancia emocional. Por otro lado, abordar los hechos traumáticos en la consulta requiere preparación y disposición para lograr resultados; es decir, que la persona reconozca la utilidad de recordar los hechos de manera estructurada y que desee comunicar lo ocurrido. Para tal efecto, se construye una alianza terapéutica que permite a la persona sentirse acompañada por la psicóloga en la reconceptualización del hecho. De igual forma, las condiciones –y el tiempo- para abordar los recuerdos traumáticos se dan en un espacio confiable, íntimo, protegido, seguro y respetuoso; donde se evita el abordaje de narraciones dolorosas que pudieran quedar inconclusas.
Asimismo, el modelo de atención pretende desarticular la sensación de víctima e impulsar el auto empoderamiento de las personas; lo que les aporta un sentido de rescate y control de su vida.
Para lograr lo anterior, ADIVAC proporciona un servicio especializado con un enfoque de género; además de asumir una diversidad de teorías y técnicas psicológicas que van desde el psicoanálisis, la terapia cognitivo-conductual, sistémica, gestalt, humanista, psicocorporal, hasta el abordaje de los derechos humanos y la educación para la paz.
Previo al proceso psicoterapéutico, las personas han sido canalizadas y atendidas en Entrevista lnicial, la cual está conformada por: ficha de identidad, datos del hecho, trámite legal, atención médica, examen del estado mental y diagnóstico descriptivo . Elementos que permiten determinar la necesidad de canalizar a terapia individual –cuando el evento es reciente (días, meses y hasta 2 años) o canalizar a terapia grupa, cuando ya pasaron años de la violencia sexual.
El proceso psicoterapéutico puede iniciar en 2 modalidades: Individual o Grupal; mismas que están en función de las características de cada caso. En ambas modalidades, las sesiones son semanales y la duración del proceso es de 60 a 80 sesiones, es decir, 2 a 3 años. Las sesiones de psicoterapia individual duran 50 minutos. Por lo general, quienes reciben este tipo de terapia, son personas que vivieron recientemente la violencia sexual o están en proceso legal. Las sesiones de psicoterapia grupal duran 120 minutos. Por lo general, los grupos se conforman con personas que vivieron violencia varios años antes. En caso de no sentirse cómodas trabajando en grupo, se les canaliza a terapia individual.
El modelo de atención –en ambas modalidades- está integrado por cinco Etapas y el cierre. A continuación se explica brevemente.
1ª. Etapa. Presentación y conocimiento.
2ª. Etapa apunta a fomentar la confianza.
3ª. Etapa. Busca la afirmación.
4ª. Etapa. Aborda la comunicación.
5ª. Etapa retoma el proyecto de vida.
Finalmente se realiza el cierre, que puede ser en privado (cerrado) en el espacio terapéutico o abierto: con familiares, amigas/os y otras personas que acuden a ADIVAC. Es importante mencionar que se recomienda a todas las personas que concluyen su proceso terapéutico, continuar en atención psicológica en otro espacio, para continuar abordando aspectos de su vida cotidiana que no se tocaron en el proceso.
Como material de apoyo, en ambas modalidades de terapia se utilizan películas, lecturas, juguetes, entre otros.
A continuación se enumeran algunos de los logros alcanzados en el Área:
a. Elaboración de un formato para Entrevista Inicial e Historia Clínica.
b. Creación del Modelo de Atención Psicológica para Personas Adultas.
c. Elaboración de material didáctico, narrativo y proyectivo.
d. Cierre del proceso terapéutico con mujeres y algunos hombres que han vivido violencia sexual en la infancia.
e. Supervisión especializada (interna y externa) para las psicólogas en formación profesional.
f. Diseño y sistematización de cursos de prevención y capacitación.
g. Impartición de cursos de prevención y autoestima para personas adultas